lunes, 13 de septiembre de 2010

Cuidar el espacio

A diferencia de otro tema sensible como es las jubilaciones, "la inseguridad" constituye un flanco mucho más débil del gobierno ya que, conjeturo, permite atacarlo por derecha, traje que a la mayoría de la oposición le calza mucho más cómodo que reclamar aumentos para los mismos jubilados a los que le recortaron el sueldo cuando se les presentó la opotunidad.
Acá habíamos señalado que el gobierno está a la defensiva en el tema , evita hablar de él  y cuando habla, en general uno quisiera no escucharlo. Criticas a los jueces, por la famosa "puerta giratoria", abundan, discurso muy parecido al de la derecha. El caso de la provincia de Buenos Aires es paradigmático, mientras desde el gobierno provincial se habla de "apoyar a la policía", resulta que esa misma policía se dedica a armar bandas que roben para ellos y a los que tienen la insolencia de decir "gracias, pero por ahora paso" los desaparecen. La respuesta es criticar a quienes no se suman a la piñata de la prisión preventiva ya que, a algunos, no les hace gracia seguir hacinando presuntos ladrones de gallinas en las cárceles bonaerenses.
Como bien dice Nicolás Tereschuk acá, en este aspecto, la gestión de Scioli implicó un gran retroceso. Por otra parte, desde una perspectiva nacional, preocupa el silencio conferido a casos tan graves como los que tuvieron lugar en Bariloche. Precisamente se trata de los casos que interpelan a las fuerzas de seguridad, cuesta creer que sin una reforma integral de estas ultimas, la seguridad deje de ser una terrible realidad para aquellos que más la sufren, léase pobres, jóvenes y mujeres.
Hay un camino que el gobierno comenzó, pero no se decidió a profundizar, es aquel que no reprime la protesta social y el de Policía de Seguridad Aeroportuaria. Es el camino de respeto a la vida y del profesionalismo de las fuerzas de seguridad. Continuar ese camino, pavimentarlo e impulsar el Acuerdo para la Seguridad Democrática, de modo de establecer un rumbo coherente y consensuado para acabar con políticas erradas y/o espasmódicas, parece, a los ojos de este cronista ad-honorem, imprescindible para profundizar la democracia y la calidad institucional.
Desde ya, se trata solo de una idea, se puede discutir, criticar, tirar a la basura, pero  no podemos persistir en el silencio, sobre todo por aquello de que en política los vacíos no existen, por lo que ante cada centimetro abandonado hay alguien que se relame.

1 comentario:

  1. Es cierto. Imperdonable el silencio. Hablemos del Acuerdo Democrático sobre seguridad. Hablemos sobre qué es la inseguridad y qué no. Hablemos sobre quiénes se benefician si no hablamos sobre la seguridad. Hablemos de política los que creemos en ella. Que no se trata de otra cosa.

    ResponderEliminar