martes, 14 de septiembre de 2010

Tarde de Luna


Hoy en, lo que parece será un acto multitudinario, las diversas agrupaciones de la Juventud Peronista lanzan su espacio en un evento que contará con la presencia estelar de Cristina Fernandez y de Nestor Kirchner. Fiel al oficio que ha elegido(?) este cronista disimulará sus canas y cubrirá el dialogo entre los lideres del FPV y la juventud maravillosa(?), para quien no pueda asistir dejamos el canal digital ofrecido para la Juventud Peronista a efectos de poder seguir el acto en vivo.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Cuidar el espacio

A diferencia de otro tema sensible como es las jubilaciones, "la inseguridad" constituye un flanco mucho más débil del gobierno ya que, conjeturo, permite atacarlo por derecha, traje que a la mayoría de la oposición le calza mucho más cómodo que reclamar aumentos para los mismos jubilados a los que le recortaron el sueldo cuando se les presentó la opotunidad.
Acá habíamos señalado que el gobierno está a la defensiva en el tema , evita hablar de él  y cuando habla, en general uno quisiera no escucharlo. Criticas a los jueces, por la famosa "puerta giratoria", abundan, discurso muy parecido al de la derecha. El caso de la provincia de Buenos Aires es paradigmático, mientras desde el gobierno provincial se habla de "apoyar a la policía", resulta que esa misma policía se dedica a armar bandas que roben para ellos y a los que tienen la insolencia de decir "gracias, pero por ahora paso" los desaparecen. La respuesta es criticar a quienes no se suman a la piñata de la prisión preventiva ya que, a algunos, no les hace gracia seguir hacinando presuntos ladrones de gallinas en las cárceles bonaerenses.
Como bien dice Nicolás Tereschuk acá, en este aspecto, la gestión de Scioli implicó un gran retroceso. Por otra parte, desde una perspectiva nacional, preocupa el silencio conferido a casos tan graves como los que tuvieron lugar en Bariloche. Precisamente se trata de los casos que interpelan a las fuerzas de seguridad, cuesta creer que sin una reforma integral de estas ultimas, la seguridad deje de ser una terrible realidad para aquellos que más la sufren, léase pobres, jóvenes y mujeres.
Hay un camino que el gobierno comenzó, pero no se decidió a profundizar, es aquel que no reprime la protesta social y el de Policía de Seguridad Aeroportuaria. Es el camino de respeto a la vida y del profesionalismo de las fuerzas de seguridad. Continuar ese camino, pavimentarlo e impulsar el Acuerdo para la Seguridad Democrática, de modo de establecer un rumbo coherente y consensuado para acabar con políticas erradas y/o espasmódicas, parece, a los ojos de este cronista ad-honorem, imprescindible para profundizar la democracia y la calidad institucional.
Desde ya, se trata solo de una idea, se puede discutir, criticar, tirar a la basura, pero  no podemos persistir en el silencio, sobre todo por aquello de que en política los vacíos no existen, por lo que ante cada centimetro abandonado hay alguien que se relame.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Arqueología de la libertad

Jean Paúl Sartre no era a mi ojos más que un ser moribundo filosófica y físicamente. Siempre consideré su escritos como parte de una pieza de museo, sus ultimas entrevistas no hacían más que corroborarlo. Decían que estaba senil, que estaba pagando la multa por sus excesos, que no eran pocos. Más de un buitre aprovechaba esta senilidad, haciéndole entrevistas que lo exponían al ridículo, como si quisieran cobrarle algún otro exceso. Uno imperdonable.
La hostilidad de Simone de Beauvoir fue aquello que encontré al llegar a la casa de la rue Rennes. Me guió hasta la habitación. Un tubo de oxigeno asistía a Sartre, susurrándole al oído le comunicó mi presencia. Se retiró luego de pedirme, resignadamente, que no publique la entrevista. La puerta se cerró. Abrió los ojos y se incorporó sobre la cama. Mi primera pregunta encontró una respuesta que no la respondía, mas no se trato de un acto de senilidad.
Su vida comenzó a ser contada por su voz, delgada, semejando la voz en off de una película que parecía querer proyectar en un papel sobre su regazo, plegándolo pausada e ininterrumpidamente. Su paso por el comunismo, su ruptura tras "el fantasma de Stalin", su postura en la guerra de Argelia, el rechazo del novel, sus prólogos incendiaros; todo formaba parte del guión. En rigor no se trataba de nada novedoso, yo manejaba esos datos, pero su relato alumbró sobre aquello que permanecía oscuro, la causa de su condena eterna. Lo imperdonable no era que "siempre estaba en el lugar equivocado", era que lo escogía. Sartre siempre optó por dar otro mordisco a la manzana. El barro no fue su condena, fue su elección, el fundamento de su existencia. Contemplando desde la ventana la tormenta de mi tiempo vi un hombre situado en ella.
La película comenzaba a transitar sus ultimas escenas, su voz progresivamente se desnutría. Comencé a preguntarme que sería de lo que quedamos vivos sin él. Me conquistó la sensación de que solo un mundo peor puede resultar ante tamaña ausencia ¿Qué será de nosotros sin esos tipos que nos emocionan? Que involuntariamente lo hacen. Que con desdén, con severidad, nos muestran que es expuestos a las inclemencias del tiempo donde padecemos desgarros, angustias, sufrimientos, amores y jadeos. Esos tipos que eligen estar allí donde existimos. Había encontrado la evidencia. Abruptamente fui hablado por un sentimiento:"No se vaya". Su relato se apagó, sonrió, cortó el papel donde la película había tenido lugar y me dio un retaso: "por favor, sea breve", decía. Se recostó, dos gardenias, que parecían ofuscarlo, perfumaban la habitación. Cuando me retiraba, convencida de que el resultado del encuentro era una serie de divagues de un hombre moribundo, Simone volvió a solicitar que no publique la entrevista. 
La lluvia cae en soledad, rayos y relámpagos no encuentran quien los desafíe. Pero ni la tormenta, ni la derrota desdibujan la huella empeñada en testimoniar: el pecaminoso error de la libertad existe.