Repasaba el discurso de Cristina Fernandez con motivo del aumento jubilatorio y del aumento de las asignaciones familiares, incluida la AUH, y entre otros el siguiente párrafo me dejó pensando: "Por lo tanto, y aquí quiero dirigirme específicamente al sector empresarial y comercial argentino, este es un aumento que no puede tener correlato en aumento de precios, (Aplausos) porque las negociaciones salariales están todas terminadas y estos aumentos son a cuenta pura y exclusiva de la ANSES, o sea de la administración estatal." Quien esto escribe suscribe la apreciación de la presidente, el problema es que, por más de que no haya estructuralmente ninguna razón para que los precios aumenten, los precios aumentan. La conclusión es evidente, quien tiene que controlar los aumentos de precios lo hace mal. Paradójicamente el archicriticado Secretario de Comercio Interior, suele ser cuestionado por sus formas y no por su ineficiencia, algo que la tapa de Barcelona que ilustra este post (click sobre la imagen para agrandar) refleja con su ironía característica. En este sentido cabe rescatar el comentario formulado por Marcela acá que se ocupa de señalar que casualmente quienes critican a Moreno son los grupos más beneficiados por su (defectuoso) accionar. Políticamente permite una crítica fácil al gobierno, un especie de as con el que cuentan los opositores para cerrar cualquier discusión y económicamente preserva sus (altos) márgenes de ganancia. ¿Qué los más acérrimos opositores dediquen buena parte de su semana a atacar a un funcionario no obliga a un gobierno a preservarlo? ¿ no será una trampa la satanización?
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