El país cambió. El jueves ese cambio fue tangible. Mucha gente manifestándose, mucha de esa mucha gente con bastante odio. Se escucharon diversas demandas y consignas, solo parecían tener en común una cosa: el rechazo al gobierno. Deseos de muerte a la presidenta se escucharon muy fuerte. Se gritaba tranquilamente contra la "diktadura".
Hubo una época, en que manifestarse no estaba tan bueno. Tampoco estaba tan buen injuriar a un presidente. Noticias saca las tapas que saca, también, porque el país cambió. En primer lugar porque el oficialismo impulso y concretó la despenalización de los delitos de calumnias e injurias en casos de interés publico (rara forma de autoritarismo).
Marchas como las del jueves, en las que muchos de los que odian al gobierno lo pueden manifestar libremente, son posibles porque el país cambió. Y cambió por el proyecto político que lo gobierna desde el 25 de mayo de 2003.
La paz con la que se manifestaron algunos de los que odian, me hizo recordar porque yo amo a este proyecto.
Seguiremos trabajando para que el país siga cambiando, porque para eso estamos.